lunes, 19 de noviembre de 2007

Varias cosas que han pasado, pero en desorden

Hoy el día empezó con un cierto aire a mañana de verano, y como viene sucediendo últimamente, sufrí un ataque de recuerdos de infancia. Me vino a la mente esas mañanas de verano en que mi mamá me llevaba al Hospital Militar para los chequeos previos a mi operación de la mano izquierda (eso lo contaré en otro post). Siempre es así, ciertas condiciones meteorológicas, ciertas situaciones, ciertos estados de ánimo, ciertos olores, ciertos sabores, ciertos colores me traen recuerdos de infancia. ¿Por qué? ¿Será que me voy a morir pronto y es una forma de hacer el recuento de mi vida? Pues no sé.

Anoche no pude dormir bien, me acosté a eso de las 11pm con el iPod encendido como de costumbre, y me di cuenta que el auricular derecho se ha malogrado, me retumbaba en la oreja como el zumbido de una abeja, estresante. Probé otros audífonos y me quedé con unos Aiwa antiquísimos y de color negro, así que el próximo fin de semana tendré que comprar nuevos. Intenté quedarme dormido, abrazando la almohada como de costumbre, luego poniéndomela sobre la cara, luego boca abajo extendiendo mi brazo izquierdo sobre ella, otra vez boca arriba, esta vez estrechándola fuerte contra mi pecho y apretando los dientes, poniéndome todo duro como entrando a un estado de rigor mortis, y ahí empezó la alucinación hipnogógica... o quizá fueron varias. Soñé que entraba a una casa muy oscura en la que había una secta que me iba a sacrificar para realizar un ritual mágico, soñé que había un incendio en la planta donde trabajo como supervisor de seguridad, y soñé que volvía a entrar a esa casa, esta vez mejor iluminada, y embrujada o habitada de espíritus malignos, y yo tenía en mi poder el directorio telefónico de los pacientes de la China y trataba de ubicar el número del celular de mi papá (que no es su paciente, pero lo era para efectos del sueño), y llamaba y hablaba con otra persona que no entendía bien lo que le decía y yo me desesperaba por salir de ahí y no podía. Al rato sonó el despertador y volví a la realidad, con la almohada asfixiada contra mi pecho y mis dientes a punto de reventarse entre sí, los de arriba contra los de abajo.

El sábado saliendo de trabajar fui a Polvos Azules con 800 soles en efectivo en el bolsillo, rogando que el taxista no me asesine por el camino. Había quedado con Willy para que me acompañe a comprar mi PS2. Ahora ya tengo PS2 y me he declarado hermitaño de fines de semana por lo menos hasta acabar Okami. Sí, me he retirado también del mundo de la prostitución de las noches de los sábados y las tardes de los domingos, es que tengo mucho por jugar. Saliendo de Polvos Azules fuimos a almorzar a Miraflores, en un restaurante que no recuerdo el nombre, Willy pidió una lasagna y yo un churrasco con ensalada, rico. Mientras caminábamos hacia el Parque Kennedy para tomar mi taxi, Willy me confesó lo siguiente: es una tradición entre videojugadores que aquel que ya tenga PS2 acompañe a Polvos Azules al que recién se la va a comprar. Así que luego me tocará a mi acompañar a otro videojugador a comprársela. Me fui a casa y fui feliz toda la noche, hasta que quise jugar Okami y me di cuenta que los botones equis y cuadrado accionaban también el botón select, lo cual era una verdadera desgracia porque se abría la pantalla del menú cada vez que el lobo saltaba o embestía. Tenía que regresar a cambiarlo.

El domingo en la mañana seguí jugando los demás juegos que compré en Polvos Azules y algunos que me obsequió Willy, hasta el mediodía. Fui a Miraflores para que Willy me acompañe a hacer el cambio del control. Almorzamos en Lashesh, pedí un shis kabab enrollado en pan árabe y Willy lo mismo pero en plato, con puré de garbanzos y su arroz con azafrán más. Fuimos a Polvos Azules, hicimos el cambio, Willy compró los audífonos para la PSP y luego fuimos a buscar la obra maestra del cine mexicano: Tres mujeres en la hoguera, pero no la encontramos, así que regresamos a Miraflores y pedimos cafés en Z. Conversamos un montón, cuestiones laborales nada profesionales, de todo un poco. Pagué Saga y volví a casa.

Hoy empiezo rutina nueva en el gym, especialmente diseñada para reducir los rollos. Ahora solo debo dejar de ingerir azúcar y harinas. Deséenme suerte :)


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3 comentarios:

MIK dijo...

Osea ahora si ya fueron las conversas en Metro con su tortita de chocolate mas.

iux!!! dijo...

1.- dios mio noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!
xk t comprast PS2 oh my god oses jelou nadie t vera la cara nunca mas en tu vida, es + ni t vas a ir a italia o wherever x enviciarte ... si lo mejor es un sabado una chelita tranki pero no stresandote ps si ganas si saltas si pegas si matas o no se de esos jueguitos babositos k atrofian el cerebro de los hombres .....

2.- no ingieras grasas too

3.-lo de los dientes se llama bruxismo y si no lo manejas ya t veo mañana sin ellos .... relajate y piensa en blanco al dormir a mi me funciona, tonate una manzanilla y tambien duermes rico .... o no c ps ya mtt pepas uaj!!!

4.- lo de los recuerdos de la infancia, todos los tenemos a mi tambien me pasan y seguido..... olores, sabores, sensaciones ... horrible algunos me deprimen otros me hacen sonreir (k es lo k + necesito ahorita)

bsitos ...

p.d.
mik no t he dedicado nada pork estoy redepre (lee mi blog jeje) y ya apenas se me pase lo hago i swear ... bsitos pa ti

MIK dijo...

Gracias por eso, famoso me siento jeje, ya se lo que dirá Benamú... bajate de tu nube mik, siempre es lo mismo siempre me minimiza :( jaja