Hoy tuve mi primera clase práctica de manejo, en plena avenida La Marina!!! Es la primera vez que muevo un carro y si bien no me pareció tan imposible saber para qué son todos esos botones y lucecitas del tablero, sí me parece un poco yuca coodinar mis movimientos y accionar los pedales adecuados mientras miro al frente y a ambos lados y hago los cambios cuando tengo que hacerlos... Hasta ahora creo que para manejar uno debe tener ojos además de al frente, a los costados y en la nuca, así como tres piernas y cuatro brazos. Pero sobreviví y mañana es la segunda clase, esta vez de dos horas.
Luego fui a Plaza San Miguel pensando encontrar un regalo bonito para mi mamá, pero el sitio parecía un mercado, con verdulera y todo, así que mi mamá se quedó sin regalo (hasta el finde, que tendré más tiempo para ir a ver y escoger) y me regresé a casa CAMINANDO, y caminar durante 25 minutos con Converse no es nada recomendable, mucho menos después de haber hecho piernas en el gym en la mañana.
Y hace unos instantes mi hermana entra al patio de adentro para limpiar los destrozos de la Chancha (la coneja pues) y se encuentra con una cucaracha, y como de costumbre hace un escándalo con llanto incluido, así que tuve que coger el insecticida y perseguir al bicho hasta aniquilarlo. Después salí corriendo y me saqué la entreputa con la jaula de la Chancha, me fui al suelo y me apoyé con la mano derecha, que ahora está hinchada.
No sé qué más me va a pasar esta semana.