miércoles, 9 de setiembre de 2009

Otra vez el café

Son casi las 2am y escucho a un grillo hacer su maldito cri-cri sin ninguna consideración por los que intentamos conciliar el sueño. Es que otra vez tomé café más de la cuenta.

Hoy no estoy triste, por primera vez en mucho tiempo siento que mi vida empieza a encaminarse (aunque aún no pueda distinguir bien el sendero), quizá por los pequeños grandes logros que estoy acumulando: este año terminé el curso de italiano hablándolo decentemente (como para que un italiano me dijera que lo hablo como si hubiese vivido en Italia); he sustentado mi tesis hace poco y ahora estoy tramitando mi título; me decidí a volver al gimnasio y a la dieta después de algunos meses de completo descuido; conseguí el catálogo que me hacía falta para clasificar mis estampillas; retomé la comunicación con Andrea y ahora sé que no me odia; me habló de nuevo y a pesar de habernos dicho la vela verde y otras perlas aclaramos un poco la situación y nos dimos cuenta que con todo el resentimiento que podamos sentir el uno por el otro nos seguimos queriendo y espero que podamos darnos una nueva oportunidad la próxima vez que venga... entre otras cosas.

Alguien por favor deme un somnífero!!

1 comentarios:

Felipe Ros dijo...

Uhm, en casos como este W.Whitman tiene la respuesta:

Ni yo ni nadie más puede caminar ese camino por ti. Tú debes caminarlo por ti mismo. No está lejos, está al alcance. Tal vez hayas estado en él desde que naciste y no lo sabías. Tal vez esté en todas partes, sobre el agua y sobre la tierra.

;-) Suerte en el recorrido...