lunes, 31 de agosto de 2009

The beginning of the end

El viernes pasado me di una vuelta por el gym, a tanta insistencia de
los vendedores que me llamaban mañana tarde y noche ofreciéndome
"super-promociones". Le dije al chico que me quedaba en Perú hasta
enero y que quería aprovechar el tiempo en el gym. Llegamos a un
acuerdo y hoy empecé.

Llegué a mediodía porque a esa hora hay poca gente y se puede
respirar. Me cambié en el locker y sentí cómo los pantalones me
ajustaban la panza. Pensé que me había descuidado demasiado y que me
costaría volver a la normalidad. Hice solamente cardio, más de una
hora, sentí que se me agarrotaban las piernas y que ya no podía más,
pero no paré hasta hacer algunas series de abdominales.

Regresé a casa a almorzar y sin querer me quedé dormido hasta hace un
rato. Siento como si me hubieran molido a palos, sobre todo las
piernas, y que en la panza todo está volviendo a su sitio.

Si bien no estoy eufórico por haber hecho ejercicio físico, al menos
me mantendrá algún tiempo alejado de casa y alejado de los malos
recuerdos, esa es la idea.

Ahora debo coserme la boca para dejar de tragar porquerías.

Inviato da iPhone

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