He pecado!!!

¿Por qué es tan difícil seguir una dieta?

He hecho todo lo posible por cumplirla al pie de la letra, pero a veces no he podido hacer caso omiso a la sensación de estómago vacío que me deja cada día y he tenido que llenar la panza sí o sí.

Estoy exagerando, mi dieta no es tan maleada, de hecho es una dieta para subir de peso, así que poquito no estoy comiendo. Es solo que me han quitado todas las cosas ricas de la vida: dulces y grasas (felizmente no me han quitado el sexo), y así no es pues…

Por eso confieso haber pecado.

• Confieso haber estado consumiendo McDonald’s y Bembos los fines de semana después de los tragos en Miraflores.
• Confieso haberme empujado un pollo a la brasa con papas fritas y harta mayonesa entre semana.
• Confieso haberme empujado un kilo de arroz chaufa sabiendo que me iba a hinchar.
• Confieso haber tragado desesperadamente varios paquetes de galletas Chaplin después del almuerzo.
• Confieso haberme vuelto adicto a las Mentitas y masticarlas hasta que me pique la boca.
• Confieso haberme atragantado yo solito con un Sublime Extremo, sin invitarle a nadie.
• Confieso haber tragado varios panes (integrales por siaca) con harta mermelada de higo todas las noches antes de irme a dormir.
• Confieso haberme soplado media botella de Pepsi cada fin de semana por flojera de prepararme un jugo.
• Confieso haber arrasado con las rosquitas que trajo mi vieja ayer, después de haberme atragantado con el Sublime Extremo.

A este paso nunca voy a tener forma humana.