sábado, 25 de agosto de 2007

Vacaciones en Máncora Beach (Tercera parte)

Qué tal voy? Ahora viene lo interesante pues!!! Lean.

Jueves 16 de agosto

Día playero como los anteriores, el sol demoró un ratito en salir pero salió y eso bastó para sentirme contento, como debería estarlo en mis vacaciones pues. Desayunamos en el mismo sitio de siempre y… ah!!! Lo olvidaba, por enésima vez entienden y escriben mal mi apellido (esto pasó el día anterior al desayuno creo, pero prefiero contarlo aquí para que haya foto pues), yo la verdad no comprendo cómo es que un apellido de cinco letras puede ser tan complicado.

C U N E O

Señores, mi apellido es Cuneo, se pronuncia así: Kú-ne-o. Es tan yuca??? Ya, está bien, no lleva tilde y uno puede confundirse y pronunciarlo Ku-né-o, pero hasta ahí nomás, no es justo que me lo cambien de esta forma:

Boleta de venta del restaurante de siempre, a nombre de un desconocido

En fin, nos fuimos a la playa como siempre pero lo bueno es que esta vez ya teníamos quién se quede cuidando las cosas (Belisario), así es que le dejé mi iPod y me metí al agua con el Robinson, porque solo no me gusta entrar, vaya a ser que se aparezca un tiburón blanco y me quiera comer. Por siaca, NO PAREZCO FOCA. Que quede claro. Pero por si las dudas, mejor que el tiburón se empuje primero al Robinson y me dé tiempo de salir del agua. A lo lejos pude ver cómo Belisario seguía tomándose fotos en todos los ángulos… este chiquito necesita hacer algo con su vida RIGHT NOW. El almuerzo fue una cagada, a Robinson se le antojó almorzar en otro lado porque quería sopa (como si no se hubiera hartado de eso en los saunas de Lima) y no había comida para mí porque yo no quería tragarme el arroz asqueroso que te ponen en los restaurantes, así que pedí algo y me trajeron una roca y odié a todo el mundo, comenzando por el Robinson, seguido por Belisario que no decía nada y el tarado del restaurante que seguramente el sol ya le había quemado el cerebro. Para la noche ya estaba más calmado, menos histérico diría yo, así que propuse ir por una cena tal como debe ser, una cena de despedida de Máncora Beach… i mean, para despedirnos de Máncora Beach de noche pues, así que nos fuimos a tragar pizza como cerdos, con su sangría más. Pero por supuesto que todo estaba horrible!!! Cómo esperas encontrar un buen sitio de pizzas en un pueblo que a las justas tiene agua ciertas horas del día!!! Al diablo, fuimos por una chelas y de ahí se nos ocurrió caminar hacia la zona non plus ultra de Máncora Beach, por ahí por donde está el puente. Encontramos varios chupódromos con buena música, pero al final nos plantamos en Bar Rojo, un antro asqueroso y con música hasta las huevas. Apenas entramos vino un tipejo horroroso con las greñas pintadas de amarillo y con cara de guanaco. Nos ofreció chela así de entrada, lo cual me pareció bien low, así que le pedimos su carta y ordenamos un mai tai y un tekila sunrise, sólo dos tragos porque Belisario no toma. Y apenas los trajo ya nos los estaba cobrando!!! Qué asco, me pareció bien guácala el sitio y encima con la cosa esa que no sabía atender. Luego se puso pilas la cosa y empezó a llegar más gente, y pedimos más tragos y todo normal.

(Hago un párrafo aparte para que descansen un poquito la vista. Lo que viene es super-interesante, no se lo pierdan.)

Entró una tía a bailar descalza, bailaba sola como si fuera chibola. Al rato, cuando empezó a llenarse el local, la tía me saca a bailar y casi le escupo mi mai tai en la cara, pero me dio risa así que le seguí la corriente. Era una tía de la zona, no turista, lo chistoso es que me dijo, señalando a un pata que estaba bailando por ahí: “he is my son”, así en inglés!!! Jajaja qué cague de risa!!! Acaso tengo cara de gringo??? De camello sí, pero no de gringo pues! Le seguí la corriente: “Your son? What’s his name?”, me responde: “Marco, he is gay” (PLOP!!!) Qué cague de risa!!! Me pareció chistosísimo y a la vez me dio penita, la pobre vieja preocupada por su hijo quería conseguirle un novio “gringo” y cuerazo como yo. Ilusa. Al rato pedimos un par de tragos más y la bitch que nos atendió nos los trajo en vaso descartable chiquito, y nos pareció re-pendex, pero nos dijo que tenía la misma cantidad que un vaso normal y Robinson le pidió que lo vacíe en uno para comprobar, y pues dio lo justo, pero la puerca esta se asó de la nada, drogadicta de mierda!!!, y le tiró un cigarro adentro del trago a Robinson. Entonces ahí sí que nos llevó el diablo y le exigimos una explicación, a lo que la fumona solo atinaba a contestar: “quieres otro?, quieres otro?” Claro que no cojuda!!! Le dejamos ahí tirados sus tragos a la fea de mierda esa y nos largamos al bar de en frente, que no recuerdo el nombre, y pedimos un par de tragos más. Cuando terminamos se me antojó ir a joder al bar de mierda ese, así que fuimos a pedirles boleta de venta por lo que habíamos consumido. Nos dijeron que no tenían. PLOP!!! Señores de la SUNAT, en Máncora Beach hay un bar asqueroso que se llama Bar Rojo y que no entrega boletas de venta!!! No pagan impuestos!!! En eso se apareció la basura esa del cigarro en el trago y me metió un manazo en la frente, encima manilarga el esperpento ese, y me empezó a salpicar agua de la refri. Entonces me desconocí y le dije su vida de la A a la Z. No voy a repetir todas las groserías que le dije, pero es que la imbécil esa parecía como si hubiera visto al diablo, porque se asustó y se quedó bien alejada de la barra. Y nos largamos de ahí. Señores, si alguna vez van a Máncora Beach, NO VAYAN A BAR ROJO, ahí tratan mal al turista nacional.


CONTINUARÁ…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

yo tbm fui a bar rojo. Si hay una vieja gorda ridicula y medio drogadicta. Pero no estaba tan mal. Por ultimo yo no me voy a una discoteca a diskutir con la gente.
Que pena que hayas tenido ke pasar x eso :/