lunes, 18 de junio de 2007

Tercer plantón y juerga brava en Albazos

Algún aura de mala suerte debe haberse apoderado de mi, ya es la tercera vez que me plantan! Por lo menos esta vez tuvieron la decencia de avisar con anticipación, pero aún así jode pues! Sobre todo si a uno le salen con excusas tontas. Pero es que yo necesito bañarme en ruda o hacer algún ritual por el estilo para que se me vaya la mala racha. Aunque… si lo analizamos fríamente, el material de estos tres últimos plantones tampoco ha sido el mejor… o sea… no debería afectarme tanto, pero creo que más bien POR ESO es que jode, por el hecho de ser basureado por CUALQUIERA.

Sin embargo, fueron dos las razones por las que no me fui a la mierda: 1) compré periféricos para la PSP; y 2) la tremenda juerga por el cumple de la China!!!

Entonces, pasaré a explicar cada punto como en el colegio:

1) Compré periféricos para la PSP

Llegué a casa con toda la ilusión de comprar la funda y la correa para la PSP, que ya me habían dicho que las vendían en Polvos Rosados, llegué con toda la ilusión pero nadita de ganas de treparme a un carro y pegarme el viaje de una hora hasta Polvos Rosados, así que la hice larga mientras digería el almuerzo y me alcoholizaba con tres tazas de caffè corretto (café con trago). Hasta que no me quedó otra que salir de una vez porque ya se hacía tarde y quería regresar a casa antes para tener tiempo de escoger la ropa (sí, ESCOGER LA ROPA) para la juerga de más tarde.

Una vez ahí, no me fue difícil encontrar el stand de los periféricos, estaba frente a la entrada, así que de frente le pedí al tipo las cosas que quería:

  1. funda
  2. correa
  3. control remoto

Lo único que no conseguí fueron los audífonos, pero usaré los del iPod, así que no hay tanto roche. Terminada la transacción, salí de ahí contento y me trepé de nuevo a un carro para que me devuelva a casa después de otra hora más de viaje.

En el camino pasó algo sumamente extraño: se me ablandó el corazón.

Iba el carro por la avenida Angamos, entrando a Surquillo bravo, y en una de esas esquinas se trepan dos niños de esos que piden dinero porque son pobres y porque sus padres se han dedicado al alcohol y las drogas como en el video de Try, Try, Try de Smashing Pumpkins, solo que en vez de Suecia en Perú nomás. Ya OK, dejando el veneno de lado, uno de los niños llevaba un charango y una zampoña y el otro una de esas latas especialmente fabricadas para meter bulla en transporte público, y mientras se acomodaban la bestia de chofer frenó el carro y el del charango se cayó sobre mi. Me pidió disculpas y todo eso, y lo insólito es que no me molesté nadita y comprendí la situación y por primera vez en mi vida no me sentí como un maldito ser del infierno incapaz de perdonar. Así que los chibolos se pusieron a tocar una de esas canciones latinoamericanas que nadie conoce más que ellos, y terminaron vendiendo Olé Olé y hasta les compré un par. Es que… como que me dio pena, pensé: “es noche de sábado, todo el mundo sale a divertirse pero este par sale a trabajar porque sino mañana no comen, y en cambio yo me pego el viaje de una hora hasta Polvos Rosados para comprar sonseras que no necesito pero el hecho de tenerlas me hace muy feliz.” Y pues… debió ser el trago que me soplé antes de salir, porque suelo ser indolente y hasta cruel con la gente que se sube a pedir plata a los carros (recuerdo esa vez que se trepó un tipo con el discurso de la tuberculosis, salió diciendo que por culpa de la enfermedad ahora pesaba solo cuarenta kilos, y la persona con la que yo estaba hizo el comentario: “pero qué regio! y todavía te quejas!!!”, y me cagué de risa), claro que en este caso era diferente porque los chibolos estaban vendiendo, no mendigando.

Cuando llegué a casa y probé lo que había comprado, fui feliz.

2) La tremenda juerga por el cumple de la China!!!

Habíamos quedado a eso de las 10pm en Albazos, un antro medio pestilente pero con música bonita y chela barata que queda en la calle Berlín, en Miraflores. Era eso o el centro de Lima, y pues… NO.

Llegué muy temprano, aún no había llegado la China, así que le llamé:

Yo: China ya llegaste?
China: Llego en cinco minutos.
Yo: Ya, nos vemos.

Pasados los cinco minutos le volví a llamar:

Yo: China ya pasaron los cinco minutos y no veo que hayas llegado.
China: Estoy entrando por la calle del Café Café, ahorita llego.

Entonces llegó con su prima y sus amigos y entramos y la China había separado previamente un área para nosotros, le ofrecieron un trago de cortesía por ser la dueña del santo y se pidió una cerveza verde que tenía toda la pinta de material radiactivo, era probable que después de soplárselo terminase mutada en una especie de tortuga ninja o algo peor, pero no pasó nada de inmediato así que todos le entramos a manera de suicidio ritual.

La pasamos genial, genial, genial, yo me divertí mucho, la China un poco tensa porque todo salga bien y que todo el mundo se divierta, pero es que uno a veces no puede estar en todo, y menos si celebra su cumpleaños… i mean, son los amigos quienes deben preocuparse porque el dueño del santo la pase mostro, no?

Para mi estuvo más que bonito.

Cosas curiosas que sucedieron esa noche:

  1. La prima de la China se puso una casaca sobre las piernas para calentarse, me dio risa porque parecía como si se hubiera puesto una frazada y estuviera lista para quedarse jato en el sofá, yo creo que la pobre estaba recontra aburrida.
  2. El DJ nos pasó los discos para escoger las canciones, y a Susana se le ocurrió pedir Every breath you take de The Police!!!, así que cuando la pusieron la China pegó el grito al cielo: “¿Quién ha pedido esa canción?!!!” Oye Susana, no te pases pues, seguro que con esa canción aburriste a la prima de la China y por eso se puso su frazada encima.
  3. Me llamaron mis amigas de la universidad, que estaban cerca y que iban a buscarme porque hace tiempo que no nos veíamos. Entonces llegaron y me separé un rato del grupo de los amigos de la China, vinieron Sandra la serbia y Katty, que no la veía desde que sus viejos la sacaron de la Agraria por borracha. Entonces cuando llegó Ricardo se las presenté así: “ellas son mis amigas de la universidad: ella es Katty, la que se quitó y ahora es médico, y ella es Sandra, la que se quedó y todavía no termina”.
  4. Un amigo de la China, que había chupado como si fuera el dueño del santo, se quedó jatazo sobre la mesa, bien low.
  5. Los empleados de Albazos experimentaron sentimientos encontrados hacia nosotros, una mezcla de amor/odio: amor por haberles doblado el número de personas que normalmente cae en ese antro los fines de semana y por consumir más chela que en fiesta patronal, y odio porque no había cuándo nos largásemos de ahí, creo que salimos a las 6:30am del domingo.

No sé, yo la pasé genial.

El domingo me levanté a la 1pm porque ya había llegado Charo (mi hermana mayor) y mi cuñado y la sobrina, y ya casi era la hora del almuerzo. Charo nos trajo un DVD de un comediante colombiano, que el día que se lo pusieron allá en Miami se recontra-cagó de la risa, y pues… nos arrimamos toditos al cuarto de mis viejos para ver al susodicho y pues realmente fue un cague de risa!!! Hablaba de las diferentes generaciones y todos su traumas y me dio risa que Colombia se parezca tanto al Perú, y todo me parecía tan familiar, y la bruja no nos dejó una copia!!! Así que voy a empezar a buscar en Internet quién es el compare y cuando vaya por allá lo primero que haré será comprar entradas para su show.

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