Esto de los sueños me está volviendo loco, anoche tuve el sueño recurrente del regreso a la universidad.
Esta vez fue diferente, ya que no me enteré a vísperas de los exámenes finales que estaba inscrito en varios cursos, como suele ocurrir en este tipo de sueños, sino más bien me enteré que recién iba a comenzar clases al día siguiente. Eso me daría tiempo suficiente para organizarme y programar mis actividades. Según mi horario, el martes tenía una sola clase de una hora de duración a las 8am, así que tendría el resto del día desocupado para hacer lo que quisiera, me sentí libre una vez más.
En mi sueño, me había propuesto levantarme temprano y ponerle mucho empeño para que me fuera bien ese primer día de clases (así son los sueños pues, yo empezaba clases el martes), pero entonces sonó el despertador (todavía dentro del sueño) y mi madre se puso a gritar como loca "Juan!!! Levántate!!!", igualito como lo hacía en la vida real. Miré el reloj y dije "media horita más...", igualito como lo hacía en la vida real. La misma maldita rutina de todos los días de clases.
Yo sabía que no me iba a levantar ni con grúa, (sí maldición!, tal como hacía en la vida real) y me sentí mal por mantener el mismo círculo vicioso en el que me perdí esos últimos ciclos de la carrera.
Pues sí, llegó un momento al final de mi etapa universitaria en que ya no podía más con el eterno trajín de levantarme temprano, tomar el carro, pelearme con los malditos cobradores, asistir a clases, dormir en clases, no entrar a clases, salir de la universidad, tomar el carro, pelearme de nuevo con los malditos cobradores y llegar a casa sin ánimos de hacer absolutamente nada. Si a eso le sumamos mi baja autoestima y mi alto sentido de autodestrucción, además de los 20 cigarrillos que me fumaba a diario... pues como que me estaba yendo solito al infierno.
Felizmente el despertador sonó en la vida real y me levanté para venir a trabajar.
Pero me quedé con esas ganas de volver a ser libre.
Esta vez fue diferente, ya que no me enteré a vísperas de los exámenes finales que estaba inscrito en varios cursos, como suele ocurrir en este tipo de sueños, sino más bien me enteré que recién iba a comenzar clases al día siguiente. Eso me daría tiempo suficiente para organizarme y programar mis actividades. Según mi horario, el martes tenía una sola clase de una hora de duración a las 8am, así que tendría el resto del día desocupado para hacer lo que quisiera, me sentí libre una vez más.
En mi sueño, me había propuesto levantarme temprano y ponerle mucho empeño para que me fuera bien ese primer día de clases (así son los sueños pues, yo empezaba clases el martes), pero entonces sonó el despertador (todavía dentro del sueño) y mi madre se puso a gritar como loca "Juan!!! Levántate!!!", igualito como lo hacía en la vida real. Miré el reloj y dije "media horita más...", igualito como lo hacía en la vida real. La misma maldita rutina de todos los días de clases.
Yo sabía que no me iba a levantar ni con grúa, (sí maldición!, tal como hacía en la vida real) y me sentí mal por mantener el mismo círculo vicioso en el que me perdí esos últimos ciclos de la carrera.
Pues sí, llegó un momento al final de mi etapa universitaria en que ya no podía más con el eterno trajín de levantarme temprano, tomar el carro, pelearme con los malditos cobradores, asistir a clases, dormir en clases, no entrar a clases, salir de la universidad, tomar el carro, pelearme de nuevo con los malditos cobradores y llegar a casa sin ánimos de hacer absolutamente nada. Si a eso le sumamos mi baja autoestima y mi alto sentido de autodestrucción, además de los 20 cigarrillos que me fumaba a diario... pues como que me estaba yendo solito al infierno.
Felizmente el despertador sonó en la vida real y me levanté para venir a trabajar.
Pero me quedé con esas ganas de volver a ser libre.
0 comentarios:
Deja un comentario