jueves, 14 de febrero de 2008

The killer in me

Sí, se trata de otro sueño.

Esta vez asesiné a alguien y lo corté en pedacitos, lo metí dentro de una caja de pizza (no me pregunten cómo entra un ser humano en una caja de pizza) y se la di a un policía.

Ya sé que este sueño raya en estupidez, ¿a qué asesino se le ocurriría entregarle TODA la evidencia del crimen a un policía, así en sus propias manos? Soy un novato en esto de asesinar gente en mis sueños.

Después de eso tuve un tiempo para empacar mis cosas y desaparecerme, pero mi hermana menor (otra vez la cómplice del crimen) se lo tomó con calma, claro... como ella no fue quien cortó en pedacitos a ese pobre infeliz, pues qué rayos.

Quizá tomamos un bus, no recuerdo bien, sólo tengo un pantallazo de la carretera al amanecer. Terminamos en un restaurante de paso, lleno de policías. Estábamos esperando la llamada para tomar el siguiente bus (o avión, no está muy claro) con destino hacia nuestra libertad, cuando el policía al que le di la caja de pizza me reconoció, alertó a sus compañeros y se acercaron a la mesa: "Sírvase acompañarnos...". Sonreí de la manera más conchuda posible y les dije: "Señores... déjenme terminar de comer". Se sentaron. Entendí su despreocupación, puesto que el restaurante estaba repleto de policiías. Pensé en escapar, pero los hechos se adelantaron y no supe qué pasó en realidad.

Aparecí en un centro psiquiátrico, caminando por los pasillos, mientras una doctora me observaba de lejos e informaba a algún familiar mío, presente en ese momento, sobre la evolución de mi enfermedad mental: al parecer hubo mejoras.

Pero me desperté.

Y hoy no tengo ganas de asesinar a nadie.


Powered by ScribeFire.

1 comentarios:

iux!!! dijo...

ojala k la k hayas matado no sea yo abuuuuuu!!!!!!!!!!!