Diciembre es el mes más bonito del año: empieza a hacer calor, el cielo deja de ser gris, se compra ropa ligera, se hacen planes para fin de año, vacaciones!!! Pues sí, por lo general es un mes bonito.
La parte no tan bonita la encontramos en los correteos del trabajo para terminar todo lo pendiente, los correteos para comprar los regalos navideños, el estrés previo a las vacaciones, y algunos aún con el estrés de finales en la universidad, de los cuales me he liberado hace mucho tiempo.
Las quincena de diciembre suele ser espeluznante, si bien es cierto que nos cae la grati y todo igual hay que sacar cuentas y dividirla entre los cientos de regalos que vamos a hacer, y luego salir a comprar es como ir a la guerra. Mejor les cuento qué tal me fue este finde de quincena.
El sábado, como de costumbre, tuve que venir a trabajar. Y como de costumbre, regresé a casa recontra cansado porque a mi queridísima hermana menor se le ocurrió hablar por teléfono a las 3:30am y estuve a punto de putearla si no hubiera sido porque me dio flojera abrir la boca para mandarla a callar. Así que tuve unas ojeras kilométricas, y si le sumamos el pelo largo y la barba nos da por resultado un terrorista islámico de los más fanáticos. Había planeado desde el lunes pasado ir a comprar los regalos navideños el sábado, además de cortarme el pelo y verme como gente, pero me venció el cansancio, la dejadez y la flojera juntos, así que me quedé encerrado en casa, compré un six pack de Cuzqueña y me dediqué a jugar Dragon Quest VIII toda la tarde, a ver tele, a huevear en el msn... Habría sido perfecto si no me hubiera entrado ganas de ir a prostituirme a Miraflores, pero con el pelo así de largo no iba a salir ni a la esquina y ya era muy tarde para ir a Specchi.
Me propuse hacer todo eso el domingo temprano, así que me levanté a las 9:30am, hora prudente para levantarse un domingo, no a las 7:00am como acostumbro. Mis viejos tenían el mismo plan, se iban a Miraflores a comprar los regalos, así que me apunté y me trepé al carro, mi hermana menor también fue. Salimos de casa a las 11:00am rumbo a Ripley, ahí aproveché para cortarme el pelo en Specchi, pero me hicieron esperar como una hora para atenderme porque había mucha gente antes que yo, así que acompañé a la familia a lo de los regalos. Mejor no cuento los roches familiares porque me voy a extender mucho, solo diré que todas las caras eran largas y los ánimos histéricos, así que me metí a Specchi a esperar sentado y olvidarme del asunto. El chico que siempre me corta el pelo estaba un poco acelerado, poco faltaba para que me arrancase el pelo con las manos, ya estaba a punto de putearlo pero me dio pena, yo estaría igual si trabajara los domingos a la hora del almuerzo. El resultado fue que me cortó el pelo tal como yo quería, aunque creo que too much... ahora parezco Chicken Little en versión Medio Oriente.
Salí de ahí y me dirigí a Saga para comprar los regalos, ya que en Ripley no hay nada (en Ripley nunca hay nada), pero al entrar me invadió el deseo de comprarme ropa, sólo para mi, así que subí al segundo piso y me probé un par de jeans CAT, me quedé con uno y llevé también algo así como un estuche-bolso de CAT, que no sé para qué sirve pero cuando lo vi me enamoré de él. Luego me di el vueltón hasta el hueco de la ropa interior, porque pues... para ser Miraflores, la zona de ropa interior es un hueco, ¿por qué no venden ropa interior decente en Lima? OK, no me desvío, fui por unas medias de rayitas que he tratado de conseguir hace mucho tiempo y pues ahí estaban, así que también me llevé dos pares. En el camino de regreso a la caja de los jeans encontré unas camisas de lino y nos polos con cuello... no para mi pues, ya too much, para mi cuñado y mi papá, respectivamente. Así que llamé a mi mamá porque ella siempre sabe las tallas de toda la ropa de toda la familia, y me dijo que aún estaban en Saga comprando, y me mandó a escoger de una vez el regalo que me va a hacer mi papá. Le saqué un par de polos de Basement. Decidí comprar los demás regalos, los de las chicas (son cuatro mujeres en la familia) el próximo sábado, lo cual quizá sea como inscribirse voluntariamente en el ejército en plena guerra, pero no me quedaba otra, era ya tarde y tenía hambre y quería regresarme en carro a casa. La comodidad ante todo.
Después del almuerzo me dediqué a jugar Dragon Quest VIII otra vez, estoy enviciadazo. Y me la pasé hueveando todo el domingo, aparte de tragar panetón. Ya veo que hoy voy a morir en el gimnasio, tanta dieta por las puras. Yo sé que en diciembre es difícil hacer dietas, así que estoy un poco resignado a no tener el cuerpazo que quería tener en enero, pero es que tampoco estoy tan deforme, al menos ya estoy logrando parecer un ser humano. Y es que la verdad no puedo contra el panetón, es algo así como mi cryptonita... De todas formas haré un esfuerzo mayor para no deformarme más de la cuenta.
Y para terminar el domingo, me fui a dormir con el iPod encendido, estuve escuchando el Nightbird de Erasure, qué disco tan bueno!!! Lo malo es que me trae algunos recuerdos. Compré el disco cuando estaba en Ilo-hell, y volverlo a escuchar me trajo recuerdos de cuando no había nada qué hacer y me echaba en la cama, apagaba la luz y encendía el discman y me escuchaba el disco entero hasta que me quedaba dormido, siempre pensando en regresar a Lima y tratar de ser feliz. El Nightbird es un disco bien relax, pero aún así transmite mucha energía, es como una inyección de ánimos, como si de pronto te dieras cuenta que hay más allá afuera de lo que conoces hasta ahora y sintieras unas ganas incontenibles de levantarte y salir a la calle y encontar al amor de tu vida a la vuelta de la esquina. Y no supe si deprimirme o considerar las cosas de nuevo, verán... ya saben que dentro de un año, más o menos, me darán la ciudadanía italiana y lo más probable es que coja todas mis cosas y me largue allá a tratar de ser feliz porque en Lima me es imposible. El roche es que había decidido estar solo hasta que eso suceda, no involucrarme sentimentalmente con nadie, en realidad no tendría ningún sentido si es que pienso irme de aquí, es lo más lógico. Sin embargo, después de escuchar el Nightbird me entraron ganas de enamorarme perdidamente como hace mucho tiempo que no lo hago. Whatever, pase lo que pase, si pierdo la cabeza de nuevo... esta vez tendrá que ser por la persona indicada.
El próximo finde iré otra vez de compras, luego les cuento.
La parte no tan bonita la encontramos en los correteos del trabajo para terminar todo lo pendiente, los correteos para comprar los regalos navideños, el estrés previo a las vacaciones, y algunos aún con el estrés de finales en la universidad, de los cuales me he liberado hace mucho tiempo.
Las quincena de diciembre suele ser espeluznante, si bien es cierto que nos cae la grati y todo igual hay que sacar cuentas y dividirla entre los cientos de regalos que vamos a hacer, y luego salir a comprar es como ir a la guerra. Mejor les cuento qué tal me fue este finde de quincena.
El sábado, como de costumbre, tuve que venir a trabajar. Y como de costumbre, regresé a casa recontra cansado porque a mi queridísima hermana menor se le ocurrió hablar por teléfono a las 3:30am y estuve a punto de putearla si no hubiera sido porque me dio flojera abrir la boca para mandarla a callar. Así que tuve unas ojeras kilométricas, y si le sumamos el pelo largo y la barba nos da por resultado un terrorista islámico de los más fanáticos. Había planeado desde el lunes pasado ir a comprar los regalos navideños el sábado, además de cortarme el pelo y verme como gente, pero me venció el cansancio, la dejadez y la flojera juntos, así que me quedé encerrado en casa, compré un six pack de Cuzqueña y me dediqué a jugar Dragon Quest VIII toda la tarde, a ver tele, a huevear en el msn... Habría sido perfecto si no me hubiera entrado ganas de ir a prostituirme a Miraflores, pero con el pelo así de largo no iba a salir ni a la esquina y ya era muy tarde para ir a Specchi.
Me propuse hacer todo eso el domingo temprano, así que me levanté a las 9:30am, hora prudente para levantarse un domingo, no a las 7:00am como acostumbro. Mis viejos tenían el mismo plan, se iban a Miraflores a comprar los regalos, así que me apunté y me trepé al carro, mi hermana menor también fue. Salimos de casa a las 11:00am rumbo a Ripley, ahí aproveché para cortarme el pelo en Specchi, pero me hicieron esperar como una hora para atenderme porque había mucha gente antes que yo, así que acompañé a la familia a lo de los regalos. Mejor no cuento los roches familiares porque me voy a extender mucho, solo diré que todas las caras eran largas y los ánimos histéricos, así que me metí a Specchi a esperar sentado y olvidarme del asunto. El chico que siempre me corta el pelo estaba un poco acelerado, poco faltaba para que me arrancase el pelo con las manos, ya estaba a punto de putearlo pero me dio pena, yo estaría igual si trabajara los domingos a la hora del almuerzo. El resultado fue que me cortó el pelo tal como yo quería, aunque creo que too much... ahora parezco Chicken Little en versión Medio Oriente.
Salí de ahí y me dirigí a Saga para comprar los regalos, ya que en Ripley no hay nada (en Ripley nunca hay nada), pero al entrar me invadió el deseo de comprarme ropa, sólo para mi, así que subí al segundo piso y me probé un par de jeans CAT, me quedé con uno y llevé también algo así como un estuche-bolso de CAT, que no sé para qué sirve pero cuando lo vi me enamoré de él. Luego me di el vueltón hasta el hueco de la ropa interior, porque pues... para ser Miraflores, la zona de ropa interior es un hueco, ¿por qué no venden ropa interior decente en Lima? OK, no me desvío, fui por unas medias de rayitas que he tratado de conseguir hace mucho tiempo y pues ahí estaban, así que también me llevé dos pares. En el camino de regreso a la caja de los jeans encontré unas camisas de lino y nos polos con cuello... no para mi pues, ya too much, para mi cuñado y mi papá, respectivamente. Así que llamé a mi mamá porque ella siempre sabe las tallas de toda la ropa de toda la familia, y me dijo que aún estaban en Saga comprando, y me mandó a escoger de una vez el regalo que me va a hacer mi papá. Le saqué un par de polos de Basement. Decidí comprar los demás regalos, los de las chicas (son cuatro mujeres en la familia) el próximo sábado, lo cual quizá sea como inscribirse voluntariamente en el ejército en plena guerra, pero no me quedaba otra, era ya tarde y tenía hambre y quería regresarme en carro a casa. La comodidad ante todo.
Después del almuerzo me dediqué a jugar Dragon Quest VIII otra vez, estoy enviciadazo. Y me la pasé hueveando todo el domingo, aparte de tragar panetón. Ya veo que hoy voy a morir en el gimnasio, tanta dieta por las puras. Yo sé que en diciembre es difícil hacer dietas, así que estoy un poco resignado a no tener el cuerpazo que quería tener en enero, pero es que tampoco estoy tan deforme, al menos ya estoy logrando parecer un ser humano. Y es que la verdad no puedo contra el panetón, es algo así como mi cryptonita... De todas formas haré un esfuerzo mayor para no deformarme más de la cuenta.
Y para terminar el domingo, me fui a dormir con el iPod encendido, estuve escuchando el Nightbird de Erasure, qué disco tan bueno!!! Lo malo es que me trae algunos recuerdos. Compré el disco cuando estaba en Ilo-hell, y volverlo a escuchar me trajo recuerdos de cuando no había nada qué hacer y me echaba en la cama, apagaba la luz y encendía el discman y me escuchaba el disco entero hasta que me quedaba dormido, siempre pensando en regresar a Lima y tratar de ser feliz. El Nightbird es un disco bien relax, pero aún así transmite mucha energía, es como una inyección de ánimos, como si de pronto te dieras cuenta que hay más allá afuera de lo que conoces hasta ahora y sintieras unas ganas incontenibles de levantarte y salir a la calle y encontar al amor de tu vida a la vuelta de la esquina. Y no supe si deprimirme o considerar las cosas de nuevo, verán... ya saben que dentro de un año, más o menos, me darán la ciudadanía italiana y lo más probable es que coja todas mis cosas y me largue allá a tratar de ser feliz porque en Lima me es imposible. El roche es que había decidido estar solo hasta que eso suceda, no involucrarme sentimentalmente con nadie, en realidad no tendría ningún sentido si es que pienso irme de aquí, es lo más lógico. Sin embargo, después de escuchar el Nightbird me entraron ganas de enamorarme perdidamente como hace mucho tiempo que no lo hago. Whatever, pase lo que pase, si pierdo la cabeza de nuevo... esta vez tendrá que ser por la persona indicada.
El próximo finde iré otra vez de compras, luego les cuento.
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