miércoles, 29 de agosto de 2007

De vuelta al gym y reunión de bloggers

Dejar el gimnasio por dos semanas ha sido una mala idea, pero conste que ha sido un hecho completamente involuntario. Sipi, la primera semana falté por razones obvias (el viaje de vacaciones pues!) y la segunda el gerente de la empresa tuvo la genial idea de mandarme a un curso de seguridad industrial en el Swissôtel. No me quejaría mucho por eso si no fuera porque el horario fue hasta las huevas, el curso empezaba a las 6pm y terminaba a las 10pm, demasiado tarde para mi. OK, puedo sonar conchudo si digo que me llevaban y me regresaban en carro, claro que no me dejaban en la puerta de mi casa, pero bien cerca, en Plaza San Miguel, y con toda la concha del mundo me trepaba a un taxi para llegar al toque a casa., es que soy recontra-comodón pues.

Del curso en sí no debería quejarme, estuvo bonito y era en un sitio bonito, lo único malo era el break, que nos servían sanguchitos misios contados con los dedos, así no es pues, uno que está acostumbrado a tragar como cerdo y me salen con que dos sanguchitos por persona, eso es matar de hambre a la gente.

Además, por cada mesa de tres personas nos ponían una jarra de agua y un platito de caramelos, que los primeros días rebalsaba y los últimos daba pena. Durante el break nos llenaban el platito de nuevo, pero los últimos días fueron bien miserables, así que los de mi mesa entrábamos primero y cogíamos los caramelos de las demás mesas para tener nuestro platito desbordante de caramelos siempre. Nos los empujábamos a los cinco minutos de comenzada la clase.

Fue por culpa de ese curso que falté una semana más al gimnasio, y esta semana lo he retomado. Pero hoy me duele hasta el pelo. Y hoy toca piernas!!! Así que mañana vendré a trabajar arrastrándome por la calle.

Por otro lado… me llegó un e-mail informándome sobre el Blogday este viernes 31 de agosto, en Barranco. Hace tiempo quería asistir a una reunión de bloggers, debería confirmar mi asistencia y conocer a toda esa mafia de publicistas/bloggers a la que me he suscrito con Google Reader. PERO… me vence el roche!!! Ya sé, ya sé… los bloggers no muerden. Pero aún así me da roche presentarme en un sitio y conocer a un montón de gente que no conozco y hablar con un montón de gente con la que no hablo y si luego me piden la url de mi blog y yo se las doy y luego entran y leen y se aburren o les parece una cagada lo que escribo o si piensan que soy un anciano de mierda o que no sirvo para bloggear o que soy poco interesante y me quedo por ahí en una esquina chupando solito, o peor aún… si voy mal vestido!, y todos se burlan de mi porque estoy mal vestido y todo feo???

Y así miles de cosas más que pueden pasar y hacerme sentir miserable.

Voy o no voy?

¿?

domingo, 26 de agosto de 2007

Vacaciones en Máncora Beach (Cuarta parte)

Imagínense!!! Estoy tan impresionado como ustedes, es realmente increíble que haya gentuza de esa calaña atendiendo al público, es un punto en contra al turismo nacional. En fin, olvidemos ese incidente lamentable que ahorita les cuento la parte final de mis vacaciones.

Viernes 17 de agosto

Nos levantamos un poco más tarde que de costumbre, y aún no había salido el sol. Desayunamos ligerito y nos fuimos a comprar los pasajes de regreso a Piura City. Belisario iba a quedar en Sullana Town. Comprados los pasajes nos fuimos “una hora” a la playa, soplaba un viento de mierda recontra frío y el sol bien gracias, detrás de las nubes. Al menos me di un último chapuzón y regresamos a cambiarnos al hospedaje.

El último playazo en Máncora Beach

El sol salió apenas nos regresábamos, qué cólera!!! Nos tomamos la última chela en Máncora Beach, al lado del Terminal de buses, Belisario tomó miles de fotos más (en realidad SE TOMÓ miles de fotos más) y nos trepamos al bus. Tres horas más tarde el Belisario se despedía de nosotros en el Terminal de Sullana Town, y continuamos con nuestro recorrido rumbo a Piura City. Llegamos como a las 6pm, parecía el centro de Lima, gente por las calles que daba miedo, demasiada gente! Encontramos alojamiento (sí, encontramos porque de verdad que fue una búsqueda, y no es que no hubiera, sino que Robinson no se ubicaba y estuvimos caminando en círculos durante un par de horas), dejamos las cosas y fuimos a buscar un restaurante turístico. Los piuranos no conocen su ciudad, nadie supo guiarnos, encontramos una cafetería decente caminando entre calles oscuras y después de haberle preguntado a medio mundo. Cenamos rico y como cerdos, y de ahí al alojamiento de nuevo pero para jatear. Me quedé seco.

Sábado 18 de agosto

Robinson me lanzó un almohadazo y lo odié a muerte. Me fui a lavar la cara y los dientes, nada más, porque me había levantado tarde y no me daría tiempo de bañarme, además que sostengo la teoría de que uno no se baña de verdad hasta que se baña en Lima, con agua de Lima, con agua caliente de Lima. Ordené mis cosas y nos largamos a tomar desayuno al mismo sitio de la cachema frita con su jugo más, pero esta vez solo pedimos huevos fritos y café, algo rápido. Tomamos taxi al aeropuerto y unas horas más tarde ya estaba en Lima, con su cielo gris, su aire contaminado, su humedad al 100% y su frío de mierda.

Me sentí feliz.


FIN

sábado, 25 de agosto de 2007

Vacaciones en Máncora Beach (Tercera parte)

Qué tal voy? Ahora viene lo interesante pues!!! Lean.

Jueves 16 de agosto

Día playero como los anteriores, el sol demoró un ratito en salir pero salió y eso bastó para sentirme contento, como debería estarlo en mis vacaciones pues. Desayunamos en el mismo sitio de siempre y… ah!!! Lo olvidaba, por enésima vez entienden y escriben mal mi apellido (esto pasó el día anterior al desayuno creo, pero prefiero contarlo aquí para que haya foto pues), yo la verdad no comprendo cómo es que un apellido de cinco letras puede ser tan complicado.

C U N E O

Señores, mi apellido es Cuneo, se pronuncia así: Kú-ne-o. Es tan yuca??? Ya, está bien, no lleva tilde y uno puede confundirse y pronunciarlo Ku-né-o, pero hasta ahí nomás, no es justo que me lo cambien de esta forma:

Boleta de venta del restaurante de siempre, a nombre de un desconocido

En fin, nos fuimos a la playa como siempre pero lo bueno es que esta vez ya teníamos quién se quede cuidando las cosas (Belisario), así es que le dejé mi iPod y me metí al agua con el Robinson, porque solo no me gusta entrar, vaya a ser que se aparezca un tiburón blanco y me quiera comer. Por siaca, NO PAREZCO FOCA. Que quede claro. Pero por si las dudas, mejor que el tiburón se empuje primero al Robinson y me dé tiempo de salir del agua. A lo lejos pude ver cómo Belisario seguía tomándose fotos en todos los ángulos… este chiquito necesita hacer algo con su vida RIGHT NOW. El almuerzo fue una cagada, a Robinson se le antojó almorzar en otro lado porque quería sopa (como si no se hubiera hartado de eso en los saunas de Lima) y no había comida para mí porque yo no quería tragarme el arroz asqueroso que te ponen en los restaurantes, así que pedí algo y me trajeron una roca y odié a todo el mundo, comenzando por el Robinson, seguido por Belisario que no decía nada y el tarado del restaurante que seguramente el sol ya le había quemado el cerebro. Para la noche ya estaba más calmado, menos histérico diría yo, así que propuse ir por una cena tal como debe ser, una cena de despedida de Máncora Beach… i mean, para despedirnos de Máncora Beach de noche pues, así que nos fuimos a tragar pizza como cerdos, con su sangría más. Pero por supuesto que todo estaba horrible!!! Cómo esperas encontrar un buen sitio de pizzas en un pueblo que a las justas tiene agua ciertas horas del día!!! Al diablo, fuimos por una chelas y de ahí se nos ocurrió caminar hacia la zona non plus ultra de Máncora Beach, por ahí por donde está el puente. Encontramos varios chupódromos con buena música, pero al final nos plantamos en Bar Rojo, un antro asqueroso y con música hasta las huevas. Apenas entramos vino un tipejo horroroso con las greñas pintadas de amarillo y con cara de guanaco. Nos ofreció chela así de entrada, lo cual me pareció bien low, así que le pedimos su carta y ordenamos un mai tai y un tekila sunrise, sólo dos tragos porque Belisario no toma. Y apenas los trajo ya nos los estaba cobrando!!! Qué asco, me pareció bien guácala el sitio y encima con la cosa esa que no sabía atender. Luego se puso pilas la cosa y empezó a llegar más gente, y pedimos más tragos y todo normal.

(Hago un párrafo aparte para que descansen un poquito la vista. Lo que viene es super-interesante, no se lo pierdan.)

Entró una tía a bailar descalza, bailaba sola como si fuera chibola. Al rato, cuando empezó a llenarse el local, la tía me saca a bailar y casi le escupo mi mai tai en la cara, pero me dio risa así que le seguí la corriente. Era una tía de la zona, no turista, lo chistoso es que me dijo, señalando a un pata que estaba bailando por ahí: “he is my son”, así en inglés!!! Jajaja qué cague de risa!!! Acaso tengo cara de gringo??? De camello sí, pero no de gringo pues! Le seguí la corriente: “Your son? What’s his name?”, me responde: “Marco, he is gay” (PLOP!!!) Qué cague de risa!!! Me pareció chistosísimo y a la vez me dio penita, la pobre vieja preocupada por su hijo quería conseguirle un novio “gringo” y cuerazo como yo. Ilusa. Al rato pedimos un par de tragos más y la bitch que nos atendió nos los trajo en vaso descartable chiquito, y nos pareció re-pendex, pero nos dijo que tenía la misma cantidad que un vaso normal y Robinson le pidió que lo vacíe en uno para comprobar, y pues dio lo justo, pero la puerca esta se asó de la nada, drogadicta de mierda!!!, y le tiró un cigarro adentro del trago a Robinson. Entonces ahí sí que nos llevó el diablo y le exigimos una explicación, a lo que la fumona solo atinaba a contestar: “quieres otro?, quieres otro?” Claro que no cojuda!!! Le dejamos ahí tirados sus tragos a la fea de mierda esa y nos largamos al bar de en frente, que no recuerdo el nombre, y pedimos un par de tragos más. Cuando terminamos se me antojó ir a joder al bar de mierda ese, así que fuimos a pedirles boleta de venta por lo que habíamos consumido. Nos dijeron que no tenían. PLOP!!! Señores de la SUNAT, en Máncora Beach hay un bar asqueroso que se llama Bar Rojo y que no entrega boletas de venta!!! No pagan impuestos!!! En eso se apareció la basura esa del cigarro en el trago y me metió un manazo en la frente, encima manilarga el esperpento ese, y me empezó a salpicar agua de la refri. Entonces me desconocí y le dije su vida de la A a la Z. No voy a repetir todas las groserías que le dije, pero es que la imbécil esa parecía como si hubiera visto al diablo, porque se asustó y se quedó bien alejada de la barra. Y nos largamos de ahí. Señores, si alguna vez van a Máncora Beach, NO VAYAN A BAR ROJO, ahí tratan mal al turista nacional.


CONTINUARÁ…

viernes, 24 de agosto de 2007

Vacaciones en Máncora Beach (Segunda parte)

Continúo entonces con la segunda parte de este post, no sé cuántas más habrá, tema largo pues, ya lean y no fastidien.

Miércoles 15 de agosto

Salimos temprano a desayunar y a aplastarnos toda la mañana en la playa. Por fin solcito playero después de tanto tiempo!!! Pienso que el invierno no debería durar tanto, empezaré una campaña para erradicar el invierno de nuestras vidas. Me gustó la playa, agua y arena claritas, agua calientita… Conseguí un bronceado casi completo, que habría sido completo si mis manos hubiesen alcanzado toda mi espalda para embarrarme de bronceador, pero no me quejo. Al menos me quedó la marca del speedo. NO COLGARÉ MIS FOTOS EN SPEEDO.

Máncora Beach a la izquierda


Máncora Beach a la derecha

Al rato nos enteramos que Belisario se uniría a nuestras vacaciones “holgazaneras”, así que había que esperar a que llegue nomás. Llegó después del almuerzo, casi para la cena, así que nos fuimos a cenar por ahí y recibí una llamada de mi viejo al celular, me dijo que hubo un fuerte sismo en Lima y que en casa le habían cortado la luz y el teléfono, que estaba llamando a mi vieja y a mi hermana menor para saber si estaban bien pero que las líneas estaban re-cagadas. Yo pensé que un sismo era un sismo como cualquiera, no imaginaba que fuera tan fuerte como aquel. Por supuesto que en Máncora Beach no se sintió nadita, gracias a D¡os. En la televisión del restaurante empezaron a pasar las noticias y recién me di cuenta de la magnitud. Yo conozco Pisco, fui allá un par de veces con la universidad, y lamento mucho lo sucedido. Volviendo al tema, fuimos luego a Luna Bar por unos tragos. Recién conocía a Belisario, y mi primera impresión fue que era un vanidoso adicto a las fotografías. Y hasta ahora pienso eso.

Belisario y alguien que no quiere "salir en portadas", en Luna Bar

Yo pues, ahí mismo

La pasamos bonito en el sitio ese, ponían buena música y no nos sacaban la madre con los tragos, pero hasta ahí nomás, al siguiente día iríamos a otro lado.


CONTINUARÁ…

jueves, 23 de agosto de 2007

Vacaciones en Máncora Beach (Primera parte)

Ya tenía que empezar a postear algo, no quiero quedar en el olvido, pero es que he tenido super-flojera.

Obligatoriamente tengo que contar sobre mi viaje de vacaciones, pero… contar todo??? De verdad que me da flojera. Mejor lo resumo:

Viaje de vacaciones del JuanCa

Viajé, me divertí y regresé.

Listo, pasemos a otra cosa.

OK. Entraré en mayor detalle, pero conste, si se aburren no es mi culpa.

Domingo 12 de agosto

Cumpleaños de mi hermana mayor, con lonchecito y todo, pero yo desesperado porque no había coordinado todavía nada con Robinson y no me iba a quedar encerrado en casa todas mis vacaciones, así que le mandé un mensaje al celular a putearlo de alma porque así no es pues. Me llamó y me dijo que se encontraba chupando como un salvaje y a mi me llevó el diablo, le pedí que se conectara al msn más tarde para coordinar el viaje. Coordinamos nada porque el niño estaba más que zampado y lo odié a muerte.

Lunes 13 de agosto

Robinson me llamó temprano (me sacó de la cama!) para decirme que quería viajar ese mismo día (PLOP!!!), y que se iba al aeropuerto a averiguar si habían pasajes, pero que antes pasaba por mi casa para dejarme sus discos de pachanga para que los meta en mi iPod. Mi pobre iPod no está acostumbrado a tocar pachanga, pero bueno… todo con tal de irnos de una vez de Lima. Creé una carpeta llamada “puaj” para poner ahí toda su música y poder borrarla de un solo click al regresar. Al rato Robinson llamó del aeropuerto para decirme que no habían pasajes, y que qué chucha, que nos íbamos en bus, porque él quería viajar ese mismo día (PLOP!!!). Entonces averigüé con algunas empresas DECENTES (o sea, que el carro no se desbarranca), porque si le dejaba la tarea a Robinson era capaz de treparnos a “Interprovincial Pasamayo Maldito S.A.C.” y ahí sí que no la contábamos. Quedamos con TEPSA porque salía temprano, mi viejo nos llevó al Terminal de Javier Prado y a las 4pm ya estábamos rumbo al norte del Perú.

Hicimos una parada en Casma como a las 10pm para cenar, y continuamos el viaje. No pude dormir mucho porque Robinson no dejaba de hablar, pesado!!!

Martes 14 de agosto

Me desperté como a las 2am porque Robinson seguía hablando y no había quién lo calle, hasta las 4am que el señor de adelante le dijo que cierre el pico y yo le di la razón. Mientras iba mirando por la ventana por qué pueblos íbamos pasando. Me di cuenta que soy un asno en geografía, así que dejé de mirar por la ventana, además aún estaba todo oscuro y no podría disfrutar del paisaje (PLOP!!! A quién le interesa ver un desierto???). Seguí durmiendo hasta las 6:30am, cuando miré por la ventana uno de los paisajes más hermosos que haya visto en mi vida: un desierto de arena blanca salpicado con algarrobos. Impresionante. Ya estábamos llegando a Piura City, destino final de nuestro viaje en TEPSA. Al llegar a la ciudad nos dimos cuenta que no había salido el sol y nos recordó un poco a Lima con sus mañanas de invierno apagadas, pero ya saldría el sol más tarde, así que nos dirigimos al centro para desayunar (cachema frita con su jugo más) y esperar a que abra la agencia de LAN para comprar mi pasaje de regreso para el VIERNES. No había pasaje para ese día y el del sábado me sacaba la madre, así que chapamos taxi hasta el aeropuerto y compré mi pasaje en Aerocóndor… para el sábado. Es que el viernes salía muy temprano y como que no era pues, qué lástima, porque quería estar en Lima el mismo viernes para ver a alguien muy especial y aprovechar mi fin de semana. Una vez comprado el pasaje nos dirigimos al Terminal de EPPO para largarnos a Máncora Beach, previa chela:

Chelas previas a Máncora Beach

Después de cuatro horas más de viaje por fin llegamos a Máncora Beach, pasando por supuesto por varios pueblos, no puedo dejar de mencionar High Talara por ejemplo, que me pareció un poquito olvidado por la mano de D¡os… o ese otro pueblo del cual nunca supe el nombre, pero que parecía pueblo fantasma con su cielo plagado de gallinazos. Máncora Beach al fin!!! Calor rico. Nos instalamos en “El Arpón” y salimos de frente a la playa con el atuendo playero y todo para ver el sunset porque ya ni modo de meterse al agua con el viento que corría a esa hora (5pm aprox.) y tomar unas chelas.

Atardecer en Máncora Beach

Y luego encontramos un bar simpático por ahí, el Luna Bar, fuimos por unos tragos y de ahí a jatear.

CONTINUARÁ…