lunes, 28 de mayo de 2007

La valquiria en la PSP

Para variar se malogró de nuevo mi PC. Malditos virus blaster!!! Y me pasa esto por la flojera de activar el firewall de Windows, no me costaba nada hacerlo y luego ponerme a configurar puertos y programas y todo eso, pero es que en realidad no he tenido tanto tiempo disponible la semana pasada, como regresé al gym después de una semana “sabática” (de vagancia) he estado llegando tarde a casa y lo único que quería hacer era ordenar los ISOs de PSP para grabarlos en DVD de una vez y dejen de ocupar tanto espacio, que con las justas podía respirar.

Recién me van a avisar mañana para cuándo estará lista mi PC, qué cólera!!! He tenido que entrar a Internet desde el navegador de la PSP, que resulta más lento pero navegador a fin de cuentas (confieso que al contratar Speedy pedí el router inalámbrico pensando en mi PSP que estaba por llegar de USA).

Ok, la entrada de hoy es sobre mi PSP, es que no lo puedo evitar, estoy enamorado de ese aparato!!! Es algo que me hace muy feliz, no necesito nada más en este mundo.

Tengo una manía de lo más insana: leer y releer hasta el cansancio las características técnicas de la PSP, y a veces compararlas con las de la Nintendo DS. Aquí les escribo las características técnicas de la PSP para que tengan una idea:

Unidad de Procesamiento Central: PSP CPU (dos núcleos MIPS R4000); 1~333MHz 128bits (De los cuales actualmente se usan 222 MHz para los juegos, debido a problemas con la duración de la batería)
Memoria Principal: 32MB
DRAM(interna): 4MB
Pantalla: 4,3 pulgadas, 16:9 widescreen TFT LCD
480 x 272 pixels (16.77 millones de colores)
Sonido:
Sony VME (Virtual Mobile Engine)
Motor DSP reconfigurable
166MHz - 333MHz
CÓDEC
Sonido 3D, Multi-Canal 7.1ch
ATRAC3 plus, AAC, MP3, WMA
AVC/@MP for Picture / Movie
H.264 (MPEG-4 Part 10)


Y eso es sólo lo que trae el aparato en sí, aparte compré una Memory Stick Pro Duo de Sandisk de 2Gb, y estoy pensando comprarme los audífonos y la funda. En realidad quisiera comprarme TODOS los accesorios para la PSP, sean o no de Sony, pero es que realmente hay cosas que no son muy útiles que digamos. Lo más útil que he visto es una batería de “larga duración”, o sea que le alarga la vida un 20% más (gran cosa), y es que de verdad que se necesita una batería que dure más, la que viene con el aparato se desvanece al toque.

La mejor inversión que he hecho con la PSP ha sido chancarle el firmware poniéndole uno “custom”, así puedo cargar ISOs de los juegos desde la memory stick, puedo cargar juegos de PSX (que hay algunos muy buenos, como el Castlevania Simphony Of The Night) y correr emuladores de otras consolas como NES, SNES, SEGA Genesis, Gameboy Advance (Golden Sun!!!), Neo Geo, etc.

Me pasé algunos días jugando el Legend Of Zelda: The Minish Cap de Gameboy Advance, de puro vicioso nomás, porque ya lo había terminado cuando lo emulaba en la PC, pero luego me sentí un poquito… derrochador, por haber comprado tremendo aparato para jugar esos juegos tan simples, gráficamente hablando, por supuesto. Así que empecé a jugar los ISOs de PSP sin decidirme con qué juego quedarme. Primero intenté con el Megaman Powered Up, que es una obra de arte, es demasiado bonito, pero me desanimé al poco tiempo porque leí un review del juego que decía que se trataba de un remake del mítico Megaman de NES, pero obviamente adaptado al nuevo sistema. Aún así pienso jugarlo luego… así que seguí buscando juegos y encontré uno que me tiene pegadazo: Valkyrie Profile – Lenneth.



El tema del juego está basado en la mitología escandinava, la valquiria Lenneth es la encargada de reclutar en la tierra a las almas de los guerreros que mueren en situaciones dramáticas (full telenovela), para formar un ejército que luche en Asgard en el Ragnarok. Se trata de un RPG muy bien hecho y muy interesante, así que me quedo con ese hasta que lo termine (me conformo con solo uno de los tres finales que tiene).


Lo malo de los RPG es que a veces demoran demasiado, por lo mismo que hay que ganar experiencia y conseguir un mejor equipamiento, espero que este no se torne así de aburrido. De ahí no sé con qué más seguir, tengo bastantes juegos como para no aburrirme hasta que me vuelva un vil anciano.

Me gustaría colocar aquí fotos de mi PSP, de mi jugando a la PSP, cargando la batería de mi PSP, gestionando archivos de la memory stick de mi PSP, etc., etc., etc. de mi PSP, pero mientras no tenga la PC en casa y termine de instalarle y configurarle todos los programas y gadgets que tiene el bendito aparto… pues creo que tardaré un poco. Tengo pendientes también algunas fotos de baja resolución que tomé en la planta con mi celular, ya las colgaré en entradas posteriores.

sábado, 5 de mayo de 2007

Qué miedo!

No quiero recurrir a la piratería en este blog, pero es que encontré en la web una historia de lo más creepy que quiero compartir con ustedes.

Pueden ver la historia completa pulsando aquí. La extraje del site de Kruela, espero que lo actualice pronto porque las historias están muy buenas.

Los dejo entonces y muéranse de miedo!

[...] Resulta que mi familia tiene un negocio, es un cibercafé, que es como ustedes saben, un lugar abierto al público donde se alquilan computadoras para que la gente pueda navegar por internet. El horario de atención es de 9:00 am hasta las 11:30 pm, sin embargo ese día yo estaba solo en mi casa ya que mi familia se había ido a un cumpleaños de uno de mis tíos, así que me quedé encargado del negocio familiar. En vista de que no estaba cansado ni tenía sueño, decidí no cerrar a la hora habitual sino quedarme de "amanecida", o sea atender toda la madrugada (nunca faltan noctámbulos que matan el tiempo chateando).

Esa noche no hubo nada fuera de lo común, salvo que desde las 12 am hasta las 2:30 am más o menos no llegó nadie, así que decidí cerrar el establecimiento. Justo cuando estaba cerrando las puertas llegón un hombre de unos 30 a 35 años, de cabello negro, excesivamente negro diría yo, piel muy blanca y bastante alto. Cuando lo ví quedé impresionado ya que vestía un traje blanquísimo y además era bien parecido. Tenía ojos negros (nunca había visto ojos tan negros como los de aquel señor) y una mirada bastante misteriosa. Me dijo:

- "Quisiera una máquina, por favor"

Como no estaba cansado decidí dejar abierto un rato más y le alquilé la máquina. No sé porqué, pero sentí miedo. El tipo no tenía la pinta de ser un malhechor ni nada por el estilo, pero me invadió un miedo que no sabía a que se debía. Debo decir que instantes después que entró mi único cliente el lugar fue invadido por un aroma a Iglesia (no encuentro otro término), como a lirios o jazmines, incluso se podría decir que a cementerio.

A eso de las 3:15 mas o menos el joven se levantó y se produjo entre nosotros el siguiente diálogo:

- "Sabe algo amigo, ya que usted trabaja aquí sabrá algo de computadoras ¿no?"
- Bueno, lo elemental como para reparar un máquina si se me malogra ahora mismo.
- "Por favor, tengo que entregar mañana un trabajo de suma urgencia pero mi PC se ha estropeado ¿podría ir a verla?"
- Claro déjeme su dirección e iré mañana por la mañana. - "No, tenemos que ir ahora mismo"

Esto lo dijo con tal ímpetu que me asusté. Todo este rato el no había dejado de mirarme a los ojos de una manera como si quisiera dominarme. Era tarde, yo no habría tenido ningún inconveniente en ir, me considero un tipo temerario (en parte por tener licencia para portar armas y llevar siempre conmigo una Beretta). Pero sentí mucho miedo.

- Lo siento, señor, pero ahora mismo me es imposible.

Me miró pofundamente mientras le temblaba la boca, como alguien que estaba muy enojado y a punto de estallar. Instintivamente llevé mi mano a mi bolsillo trasero para sacar el arma, cuando me dijo:

- "Ya nos veremos y vendrás conmigo"

Dicho esto, se dirigió a la puerta, la empujó y se marchó. Yo caí derrumbado sobre la silla, mientras el olor a iglesia (o a cementerio) se disipaba. Pensaba en esa experiencia tan extraña y sobre todo en eso de "Ya nos veremos y vendrás conmigo". ¿Qué era eso? Me sentí mareado, y me dispuse a cerrar. En eso llegó el guardia de seguridad de la cuadra, un tipo que anda en su bicicleta por la madrugada atento a cualquier movimiento extraño, es el típico guardia de seguridad. Fue cuando me dijo:

- Oye Wilder ¿qué señora tan extraña no?
- ¿Qué señora, Pepe? La verdad es que he estado aquí y no me he percatado de lo que pasó en la calle pero cuéntame.
- ¿Cuál calle? Te estoy hablando de la señora que entró aquí y acaba de salir como hace unos 5 minutos.

Un escalofrío recorrió mi cuello. Al cibercafé sólo había entrado el joven extraño, no señora alguna, entonces le conté lo que me había pasado. Cuando terminé él se santiguó y me contó lo que vió.

Mientras hacía su ronda frente a mi negocio, vió que se dirigía a pasos muy lentos una señora de aproximadamente unos 70 años, vestida toda de negro que parecía flotar, ya que no podía ver sus pies, y el faldón que llevaba no se movía. No le pudo ver la cara porque llevaba sus manos como si estuviera orando. Pensó en acercársele para ofrecerle su ayuda o al menos saber qué hacía por ahí a esas horas cuando algo lo detuvo. Fue como un presentimiento. La vió tocar mi puerta, me vió abrirle y hacerla pasar. Se quedó intrigado por el hecho, así que decidió quedarse a mirar qué pasaba. Cuando ya se iba a ir porque se estaba aburriendo y no parecía haber nada extraño salió la señora, del mismo modo como entró. La señora dobló la esquina y él la siguió, sin embargo cuando el dobló la esquina no vió a nadie. Supuso que debió entrar a alguna casa, sin embargo no conocía a ninguna vecina de esas características, por lo que decidió venir a preguntarme y pasó lo que ya les conté.

No sé qué pudo haber sido. Yo estaba en mis cinco sentidos lo mismo que el guardián. Además el hecho de que él vió a una señora mientras yo vi a un hombre es demasiado extraño. Nunca lo comenté con nadie hasta ahora que encontré esta página donde espero, Kruela, me puedas decir algo acerca de esto. Perdón por extenderme tanto, pero trato de describir el ambiente y todo lo que sentí pero aún así me he quedado corto. [...]